17 may 2011

OBJETO DE LA ENTREVISTA DE SELECCIÓN.

De las distintas herramientas utilizadas en el proceso de selección, la entrevista de trabajo aparece como las más empleada, muy por encima, con diferencia, del resto.

La entrevista de trabajo es la fase definitiva, dentro de cualquier proceso de búsqueda de empleo o de cambio de trabajo. Todos los pasos que hemos realizado anteriormente a ella como la toma de información, preparación, envío de la carta de presentación y seguimiento del currículum, han estado dirigidos a conseguir una entrevista de selección con la empresa. Es el momento del contacto personal, donde de una forma individual y directa, el entrevistado tiene la ocasión de convencer al entrevistador de que él es la persona idónea para el puesto.  

“Nos jugamos mucho en poco tiempo”.


La entrevista es un paso más dentro del proceso de selección para cubrir un puesto vacante en una empresa. Es el momento más importante del proceso, al que sólo acceden los/as candidatos/as con más posibilidades de ser incorporados/as al puesto vacante, aunque la entrevista por sí sola no garantiza que seamos los candidatos finalmente elegidos.
No obstante, hay que tener en cuenta que no siempre se accede a la entrevista tras haber enviado el Currículum por un anuncio ya que, igualmente, podemos ser citados a una entrevista personal porque mandamos el Currículum de forma espontánea a la empresa, es decir, sin contestar a ningún anuncio y/o puesto en concreto (autocandidatura) o porque conozcamos a alguien de la empresa y directamente nos citen a la entrevista.
Tras enviar el Currículum a una empresa y que ésta valore que dicho currículum cumple con los requisitos del puesto vacante, la empresa puede decidir entrevistar a esos candidatos con la finalidad de:

Profundizar en la información que se tiene de la persona candidata a través de su Currículum previo.
Comprobar si el estilo personal de la persona candidata (actitud, motivaciones, personalidad, habilidades, experiencia, etc.) coincide con lo que la empresa espera.
La entrevista no es un interrogatorio, sino un diálogo con preguntas y respuestas en el que, tanto el entrevistador/a como el entrevistado/a, intentarán resolver sus dudas: el entrevistador/a se intentará asegurar de que el candidato/a es el idóneo para el puesto vacante y el candidato/a de que el empleo le conviene e interesa.

Como ya se ha comentado, la entrevista es una conversación preparada con los siguientes contenidos:
El entrevistador/a presenta una oportunidad de trabajo y el entorno del puesto vacante, así como la función a cubrir dentro de la empresa.
El entrevistador/a evalúa las posibilidades del candidato/a para desarrollar un trabajo concreto y su desarrollo dentro de la empresa.
El candidato/a defiende y describe con la profundidad que requiera el entrevistador/a su Currículum Vitae.
Por último, se analiza la actitud / aptitud del candidato/a respecto a su adaptación e integración en la cultura de la empresa.

De todo lo mencionado podemos concluir en la necesidad de preparar bien la entrevista. La importancia de ello radica en los siguientes aspectos:
*La entrevista tiene una duración breve: la media es de 15 a 20 minutos.
*Pocas interacciones sociales breves pueden influir tanto en el futuro de una persona como la entrevista de trabajo. De ahí su carácter decisivo.
*Arma de doble filo:
las personas que aprenden las habilidades para causar una impresión positiva al entrevistador, pueden compensar otros aspectos menos favorables de su candidatura (poca experiencia laboral, un currículum vitae no muy brillante, etc).
*Ambigüedad y variabilidad de la situación de entrevista: todas las entrevistas son diferentes.
*La ansiedad está presente en el candidato y por ello distorsiona su rendimiento. Las causas de la fuente de ansiedad pueden ser varias, entre ellas haber realizado pocas entrevistas con anterioridad, nadie nos cuenta si lo hemos hecho bien o mal, qué aspectos deberíamos mejorar, etc.
*Percibimos que se examina toda nuestra persona, por ello sentimos miedo y nervios.
*Cuando acudimos a una entrevista de trabajo podemos tener una reacción de miedo debida a diversos pensamientos:
-. Creemos que no estamos preparados para el puesto. Piensa que si has llegado hasta la entrevista es porque cumples los requisitos para el puesto ofertado.
-. Miedo a quedarnos bloqueados y callados. No te quedes callado, sé natural.
-. Miedo a ser el único candidato que está nervioso. Antes de entrar a la entrevista debes intentar tranquilizarte, piensa que te has preparado y que lo vas a hacer bien.
-. Creemos, con toda seguridad, que van a preferir contratar a otra persona en vez de a nosotros. Puede que ocurra pero no es seguro. Si no estuvieses capacitado para el puesto no estarías en esa situación. Sabes hacer las cosas que exige el puesto al que optas.
-. Miedo a preguntas de nuestro pasado que no queremos recordar. No estás obligado a decir toda la verdad, ante todo tienes que sentirte cómodo y ser coherente con tus explicaciones. Para superar con soltura esta situación, si llega a producirse, tienes que preparar la entrevista
de antemano para no dar una impresión de fragilidad y/o desconfianza.

Finalmente, y para concluir, recordar que la entrevista de trabajo es un punto culminante en el proceso de búsqueda de empleo. El objetivo de la misma es obtener un puesto de trabajo, por lo que deberás saber “vender” tu candidatura a la empresa demostrando que tus aptitudes, conocimiento, habilidades y experiencia son las idóneas para ocupar la vacante. Para conseguir ésta o cualquier otra meta es necesario tener mucha confianza en uno mismo y sobre todo trabajar. No se consigue nada importante sin trabajar duro.



¡¡¡SUERTE!!!








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