10 nov 2011

MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES DE CREAMA

¿Qué podemos hacer desde dentro de la empresa para ser ambientalmente más sostenibles?
 
El   Manual de buenas prácticas ambientales de CREAMA, es un compendio de prácticas ambientalmente incorrectas y correctas, aplicables a las actividades que desarrolla la empresa. Se complementa con una ficha de autoevaluación, una ficha para elaborar un plan de acción ambiental y una ficha de evaluación de resultados, que pueden servir de herramientas de trabajo para cada agencia.

A fin de incrementar el grado de conocimiento de los problemas ambientales globales y de las posibles soluciones, se ha desarrollado una acción formativa dirigida a los trabajadores de la empresa. El mensaje que ha transmitido es que el actual modelo de desarrollo es insostenible, que harían falta entre 2 y 3 planetas para satisfacer las demandas de consumo que tienen los paises desarrollados; y que las nuevas tecnologías aplicadas a los procesos industriales y la acción responsable de cada persona y empresa pueden ser útiles de cara a mejorar la salud ambiental del planeta.

Un aspecto fundamental que afecta al medio ambiente es la creciente generación de residuos, que implica por un lado, el gasto de energía y de materias primas para producir los elementos de consumo, y por otro lado diversos tipos de contaminación durante el proceso de gestión del residuo.

El consumo de materias primas (agua, territorio, madera, combustibles fósiles, tierra fértil, pesquerías) y la producción de residuos (CO2, residuos radioactivos, etc.) está directamente relacionado con la renta per cápita. Por este motivo se puede decir que los problemas ambientales no dependen del número de habitantes del planeta, sino de la elevada tasa de consumo que tenemos los habitantes con rentas más elevadas (huella ecológica). Así por ejemplo, los habitantes de los países desarrollados representan 1/7 parte de la población mundial, pero consumen las 4/5 partes de los recursos del planeta.

En esta situación resulta útil plantearnos “De todo aquello que consumo ¿qué es lo que realmente necesito?, ¿doy un tratamiento adecuado a los residuos que genero?, ¿qué nuevas tecnologías puedo utilizar para mejorar la eficiencia ambiental de la empresa?”.

Las reflexiones surgidas, bajo el lema “piensa global, actua local” han sido interesantes.

El grado global de sensibilización ambiental de la empresa es elevado y hay buena disposición para cambiar los hábitos de consumo y para utilizar alternativas más sostenibles (transporte público, consumo de energías renovables, consumo de productos locales, separación de residuos, depósito correcto de residuos tóxitos o peligrosos, ect), en la medida en que estén al alcance de nuestra mano.

¿Se te ocurre alguna otra idea que podamos hacer para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente?

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